Algo en lo que realmente no pensamos, pero que afecta nuestra salud todos los días. Los seres humanos han estado rodeados por varios sonidos diferentes a lo largo de la historia, que han cambiado con el tiempo a medida que las culturas han cambiado. En tiempos pasados, los ruidos de nuestras ciudades y de los entornos naturales se llenaron con las actividades del medio ambiente y de las actividades realizadas por los locales que hacen cosas como el trabajo agrícola. El sonido y el silencio se combinan de una manera fácil, comprensible y armónica. En nuestro ciudad ya no escuchamos al labrador ni a otros cantando canciones a las que de vez en cuando aplicaban letras por cualquier motivo o acontecimiento que sucediera en el ciudad.
La contaminación acústica se produce por el exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en un lugar específico o zona. Estamos expuestos a esta alteración nociva en los niveles de sonido que pueden afectar el estado de ánimo y la calidad de vida de la población. De las enfermedades que puede causar la contaminación sonora se encuentran: insomnio, estrés, depresión, problemas de aprendizaje, afonía, fatiga auditiva y sordera. Es importante recordar a bajar la música en el auto o los audífonos y ser considerado con los demás personas al contribuir menos a la contaminación acústica